De los casi 140 mil alumnos de bachillerato en Sinaloa, el 42.3 por ciento de la matrícula corresponde a la UAS, ubicándola en el primer lugar a nivel estado; seguida por el Colegio de Bachilleres del Estado de Sinaloa (COBAES) con un 23 por ciento de cobertura, manifestó el titular de la Dirección General de Escuelas Preparatorias (DGEP) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Armando Flórez Arco.
Indicó que a nivel nacional, Sinaloa ocupa el segundo lugar de cobertura en el nivel medio superior, rebasando la meta sexenal propuesta para el año 2018 con más del 80 por ciento de la cobertura educativa.
“La matrícula ha aumentado en un cincuenta por ciento en diez años, en el ciclo escolar 2006-2007 teníamos 39 mil alumnos inscritos, hoy tenemos prácticamente 59 mil”, indicó.
Respecto a los indicadores del Padrón de Buena Calidad (PBC) del Sistema Nacional de Educación Media Superior (SNEMS), antes Sistema Nacional de Bachillerato (SNB); refirió, que de esos casi 140 mil alumnos en el estado, 100 mil integran al SNEMS, de los cuales, 55 mil derivan de la institución Rosalina.
“Es decir que tenemos a más de la mitad, el 55 por ciento de los alumnos que están en el Sistema Nacional de Bachillerato (SNB) estudian con nosotros”, subrayó.
Señaló, que de los 15 mil planteles del nivel medio superior de todo el país, 2 mil 308 forman parte del Padrón de Buena Calidad y que de éstos, 38 corresponden a la UAS y se encuentran distribuidos entre los cuatro niveles de calidad.
“Veintidós planteles del país están en el nivel I, de los cuales cuatro son nuestros; entonces los únicos cuatro planteles que tiene el Estado de Sinaloa en este nivel, pertenecen a la Universidad Autónoma de Sinaloa; y son la Unidad Académica Preparatoria Mochis, la Rafael Buelna de Culiacán, la 2 de Octubre en Culiacancito y la Preparatoria Valle del Carrizo en Ahome”, declaró.
Asimismo, dijo, que ingresar al Sistema Nacional de Educación Media Superior (SNEMS), permanecer en él y promoverse de nivel, significa perfeccionar los procesos académicos, la planeación de clase, el trabajo colegiado, el registro y evaluación por competencias, la atención personalizada a los alumnos a través del sistema de tutorías y orientación educativa enfocada a la inclusión.
“Cuando un plantel está en el Sistema Nacional de Bachillerato (SNB), da cuenta de alguna manera, de cómo son esos procesos de apoyo personalizado, cómo están los procesos académicos; y como resultado lógico de esa alineación debemos obtener un mejor aprendizaje de los alumnos tanto en los aspectos cognitivos y actitudinales”, expresó.
Además de procurar el mejoramiento de la infraestructura y los espacios para el desarrollo académico y cultural.
“En la medida de lo que podemos, por una gran voluntad institucional de Rectoría ante una escasez crónica de recursos, ya que los recursos nunca son suficientes y más en un escenario de ampliación de la matrícula”, finalizó.
