Agenda Política -Jorge Luis Telles Salazar

La fórmula se complementará con las propuestas de Acción Nacional y del Partido de la Revolución Democrática para dar lugar Finalmente, los partidos opositores a la Cuarta Transformación en Sinaloa lograron superar la más complicada de todas las aduanas y dieron forma a la coalición local “Fuerza y Corazón por México” – en este caso por Sinaloa – que les permitirá concursar, unidos, en las elecciones de junio venidero, en lo que a nuestra entidad corresponde.
Estos cuatro partidos (PRI, PAN, PRD y PAS) llegaron, incluso, por encima del nivel del más optimista de todos los escenarios toda vez que la que se registró la noche del viernes pasado ante el Instituto Estatal Electoral es prácticamente una coalición total. Cierto, por alguna razón que solo ellos conocen, excluyeron a los ayuntamientos de Ahome, Mazatlán y Rosario; pero, de cualquier forma irán en candidatura común, lo cual, en buen español significa: el mismo candidato para los cuatro.
La diferencia es solo de forma, no de fondo. En los hechos, van juntos en todo: en las 20 municipalidades y en los 24 distritos de mayoría relativa. Las 16 diputaciones plurinominales cabalgan por otro lado, al lomo del corcel de sus respectivos partidos y su definición atañe exclusivamente a la máxima autoridad de cada partido.
En paralelo, también MoReNa, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista Mexicano, antes de la fecha convenida patentizaron ante el órgano electoral local sus intenciones de participar unidos en los comicios locales de junio próximo; pero, a diferencia de sus adversarios, en candidatura común, también en todas las posiciones en disputa.
Bajo esta figura, contemplada por la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales del Estado de Sinaloa, la coalición “Seguiremos Haciendo Historia” no tuvo necesidad de anticipar la distribución de sus candidaturas ante el IEES, ni mucho menos los nombres de quienes serán sus abanderados en la contienda. Por el contrario, ganó un tiempo precioso en el proceso de solventar las diferencias hacia su interior puesto que ahora podrán diferir sus definiciones hasta la tercera semana de febrero, lapso en el cual se llevarán a cabo los registros oficiales ante el instituto electoral.
También para la 4-T fue un paso importante en esta carrera que se libra de tiempo atrás. Ya los lideres estatales del PT y el PVEM (Leobardo Alcántara y el Pepín Aispuro, respectivamente) habían amenazado con “irse solos” aquí en Sinaloa, inconformes con la configuración de la tan llevada y traída lista de candidatos de MoReNa, que tanto circuló a principios de año, por los diferentes estratos de la politica estatal.
Así concluyó, a nuestro juicio, un capítulo significativo del proceso en marcha. Vienen otros. Mucho más relevantes todavía.
Pendientes.
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Bién.
Insistimos: a nivel local, la coalición “Fuerza y Corazón por México” dio, a la postre, el más importante de todos los pasos. Ya cada uno de los cuatro partidos tienen lo que les corresponde en función de sus demandas y ahora será responsabilidad de cada partido la definición de sus respectivas candidaturas, así como de apoyarse mutuamente y sin reservas de ninguna naturaleza.
Esto, sin embargo, no elimina del todo los riesgos de un “truene” de la alianza durante las próximas semanas. La posibilidad, cierto, ya es mucho menor; pero estará vigente por siempre, hasta que el plazo legal se los permita. Ya ha sucedido en ocasiones anteriores. La más recordada, la de 2016, por ejemplo.
Y efectivamente, se presume -si pensamos de manera positiva – que los partidos están ya en absoluta libertad de postular como candidatos y candidatas a quienes les venga en gana (con el respeto a la paridad de género, por supuesto) y que el resto de los coaligados deberán aceptar las decisiones del otro; pero, quien sabe. Podrían aflorar ciertas diferencias en tal sentido.
Otro riesgo a considerar: la operación de las coaliciones, no es solo en lo político. Existen también los factores administrativos y financieros considerados por el IEES, cuyo manejo podría representar también un factor de divisiones entre sí.
En resumidas cuentas, no fue fácil llegar a la formalización de la alianza. Ya quedó atrás, subrayamos, lo más complicado; sin embargo, esto apenas comienza, señores.
Atentos pues.
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Ahora que.
Solo como información final, un repaso al reparto de candidaturas a presidencias municipales y diputaciones locales, entre PRI, PAN, PAS y PRD.
Para el PRI:
Municipios: Culiacán, Navolato, Salvador Alvarado, Sinaloa, Juan José Ríos y Eldorado.
Diputaciones: distritos 02, 03, 04, 05, 10, 11, 12, 13, 16 y 22.
Para el PAN:
Municipios: Mazatlán, Escuinapa, Rosario, Choix y Ahome.
Diputaciones: 01, 08, 14, 15, 23 y 24.
Para el PAS:
Municipios: Guasave, Angostura, Mocorito, Concordia y Cosalá.
Diputaciones: 06, 07, 17, 19, 20 y 21.
Para el PRD:
Municipios: Elota, San Ignacio y Badiraguato.
Diputaciones: 09 y 18.
¿Las pluri en el Congreso?
Aquí el factor coalición ya no procede: cada uno de los 4 partidos presentará su propia lista de 16 candidaturas y el número de curules que les corresponderá estará en función directa del total de su votación efectiva. Para tener derecho al reparto, tendrán que obtener, cuando menos, el 3 por ciento, con respecto a la votación total. Aquí, se supone, estará la clase premier de cada uno de los partidos contendientes.
Identidad de candidatos y candidatas podría postergarse hasta el 17 del mes entrante. Ese día se abrirá el plazo de registro, con fecha de vencimiento para el 22 del romántico febrero.
¿Qué os parece?
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Y bueno.
En lo que hace a la coalición “Seguiremos Haciendo Historia”, todo parece indicar que la definición de candidaturas también se prolongará hasta las fechas antes citadas: la tercera semana de febrero.
Originalmente se había establecido el 15 de enero como el día en que MoReNa daría a conocer el total de sus candidaturas por Sinaloa, así como para otros estados de nuestro país; pero concluyó el plazo por ellos mismos fijado y el tan esperado “humo blanco” brilló por su ausencia.
Lo que circuló, desde los primeros días de enero, es la lista del Consejo Estatal de Elecciones de MoReNa, en la que “destapaba” a la totalidad de sus candidatos, tanto a posiciones federales como locales, incluida la relación de candidatos a diputados locales por el principio de representación proporcional, lista que, por cierto, fue avalada plenamente por el gobernador Rubén Rocha Moya.
Precisamente, la última versión al respecto es la difundida en su semanera del lunes anterior por el mismo Rubén Rocha: “si, podría haber algunos ajustes; pero de ninguna manera significativos”.
Sin embargo, el posicionamiento del mandatario no termina de regresarles la tranquilidad a quienes ya aparecieron en la lista, convencidos de que, en realidad, son pocos los que la tienen segura, máxime ahora que ya se formalizó la coalición de MoReNa con el PT y el Partido Verde Ecologista Mexicano, quienes exigen, como es natural, su cuota de poder.
Y la mala noticia es que ese estado de incertidumbre y expectación continuará cuando menos por cuatro semanas más, periodo a lo largo del cual se llevarán a cabo los ajustes correspondientes. Que si los habrá, sin duda.
¿Calmantes para los nervios? En cualquiera de las muchas, de los cientos de farmacias que tapizan nuestra ciudad.