Tribunal Estatal Electoral metió a Sinaloa en el tema sobre la representación
Con el más reciente de sus fallos, el Tribunal Electoral del Estado de Sinaloa metió a nuestra entidad, de lleno, en un tema que hasta ese momento le era prácticamente ajeno, a pesar de que es uno de los epicentros de las discusiones políticas en el plano nacional: el de la sobre representación.
Hasta antes de esa sentencia -respuesta a una impugnación presentada por la dirección estatal del Movimiento de Regeneración Nacional –, las fuerzas políticas del Estado se mantenían tranquilas y en paz. Ya habían aceptado, sin mayor problema, la distribución de las 16 curules plurinominales, toda vez que, de algún modo, correspondían en mayor o menor grado a los porcentajes de votación emitidos en las urnas en favor de los partidos concursantes.
Y es que, en efecto, de acuerdo al reparto realizado en su momento por el Instituto Electoral del Estado de Sinaloa, las diputaciones de representación proporcional estaban asignadas de la siguiente manera:
Morena, 3; PRI, 4; PAN, 4; Movimiento Ciudadano, 2; PAS, 2 y PT, 1, para totalizar 16.
Agregados los asientos de RP, Morena llegaba a 21 y el Partido Verde Ecologista Mexicano irrumpía con 6. Los demás partidos permanecían sin cambios. Hasta ese momento ya la Cuarta Transformación aseguraba la mayoría calificada en la 65 legislatura del Congreso del Estado, con 28 diputados, que representaban el 70 por ciento del total.
Y el porcentaje de representatividad ahí, acorde de cierto modo a la realidad:
Morena, por ejemplo, con el 52. 5 por ciento de los 40 diputados, con una votación de 48. 75 por ciento; el PRI, con un 10 por ciento de las curules y 10. 45 por ciento de los votos; el PAN, también con un 10 por ciento y una votación de 10. 23; MC, con 5 por ciento y votación del 6. 84 por ciento; el PAS, con un 5 por ciento de las bancas y 6. 30 por ciento de los votos y el PT, con un 2. 5 por ciento y 4. 09 por ciento de la votación global.
El punto en discordia lo era el Partido Verde Ecologista Mexicano, con 6 curules, que equivalen al 15 por ciento de la cámara, cuando su votación apenas fue de un 5. 96 por ciento. Legalmente, sin embargo, nada que hacer. Fueron 6 diputaciones logradas por la vía de la mayoría relativa, gracias a su alianza, de último momento, con el Movimiento de Regeneración Nacional.
Todo en calma, insistimos. En el polémico tema de la sobre representación, Sinaloa parecía no ser un estado de nuestro país.
La situación, sin embargo, cambió desde el miércoles pasado, con la sentencia lapidaria del tribunal local electoral: a Morena se le asignan 3 diputaciones plurinominales más, de las cuales 2 se restan a las 4 que tenía el PAN y 1 a las 4 en poder del PRI.
Y el cantado equilibrio político, basado en los porcentajes de votación para cada partido se modificó, entonces, de manera radical:
Morena subió a 24 diputados, que representan un 60 por ciento de la cámara, con una votación de 48. 75 por ciento; el PRI descendió de 4 a 3 curules, equivalentes a una representación del 7. 5 por ciento, con 10. 45 por ciento de su votación y el PAN cayó de 4 a 2 para tener solo el 5 por ciento de los asientos, con una votación del 10. 23 por ciento.
De paso, la Cuarta Transformación incrementó todavía más su artillería, al apoderarse de 31 curules (con las 6 del PVEM y una del PT) para alcanzar el 77. 5 por ciento de la cámara en su totalidad.
Evidentemente existe una marcada sobre representación en beneficio de Morena, muy por encima del 8 por ciento que prevé la Constitución Política del Estado, argumento que mataría el que podrían esgrimir los morenistas en el sentido de que también, de acuerdo al texto constitucional, pueden tener hasta 24 diputados por ambos principios, lo que es cierto; pero no necesariamente tiene que ser así.
En suma: hay material para la polémica que se dejará venir en los próximos días, toda vez que las impugnaciones de parte de los partidos afectados se producirán en automático, primero ante la sala regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y de ser necesario ante la sala superior del mismo tribunal.
Tienen tiempo de sobra para ello. Los nuevos diputados entrarán en funciones hasta el primero de octubre venidero. Lástima. Con aquella tranquilidad que se veían los toros desde la barrera.
-0-
El gobernador Rubén Rocha Moya y el diputado Feliciano Castro, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, fungieron como anfitriones del noveno y último diálogo nacional sobre impartición, procuración de justicia y seguridad pública, que dicho en palabras más amigables abarca lo relacionado a las reformas al Poder Judicial. Eso es todo. No le busque más.
Evento políticamente irreprochable, en cuyo marco se dio cabida a algunas voces discordantes, cierto; pero carentes de peso específico. Había que guardar la debida compostura. Presentes, entre otras rutilantes figuras de la Cuarta Transformación: el senador Ricardo Monreal, presidente de la JUCOPO en la cámara alta del Congreso de la Unión; el diputado federal Ignacio Mier, coordinador de Morena en la cámara baja y Juan Ramiro Robledo Ruiz, presidente de la cámara de diputados.
En su calidad de anfitrión, Rubén Rocha fue uno de los oradores centrales del acto, quien sin perder de vista que el punto toral es la elección por voto popular de juzgadores, ministros, jueces y hasta fiscales, sintetizó los objetivos adicionales de la reforma en cuestión:
-Otorgar real autonomía al Poder Judicial.
-Garantizar impartición de justicia pronta y expedita.
Y:-Un poder judicial que responda solo a los intereses de los ciudadanos y no a intereses de grupo, ni mucho menos a poderes fácticos.
Una reforma -abundó Rocha – “estrictamente necesaria porque la distancia entre personas y sus tribunales es abismal y no se puede administrar justicia bajo el aislamiento de la sociedad”. Así el posicionamiento del gobernador de Sinaloa, concluyente y con pleno convencimiento de sus consideraciones. ¿Qué os parece?
-0-
Cuesta arriba, con todo en contra y escasas posibilidades de éxito, la senadora sinaloense Imelda Castro busca reunir apoyos para convertirse en la presidenta de la cámara alta del Congreso de la Unión, a partir del primero de septiembre venidero. Imelda va a todas, no cabe duda. Ahora solo tiene en contra a Adán Augusto López Hernández, que será el coordinador de la bancada morenista y a Nacho Mier, quien, para su mala suerte, también reclama dicha posición.
Entrona y todo lo que usted quiera, desconcierta pensar que Imelda no sepa que ocupa únicamente un voto: el de Claudia Sheinbaum. Nomás…