Con un elenco juvenil, energético y entusiasmado se estrenó el espectáculo “Clase de los 7. Destino Broadway”, con la Compañía de Teatro Musical Mago de Corona, en el que se contó la historia de un grupo de chicos y chicas, que sin tener directriz profesional, decidieron aventurarse solos, aprovechando las fortalezas de cada uno de los integrantes, por el mágico, colorido y luminoso camino de las comedias musicales, esto es, narrando su propia experiencia, que no era otra que el ferviente deseo de culminar con un montaje producto de su perseverancia para concretizar un sueño.
Con música en vivo y variado vestuario, la agrupación de bailarines, cantantes y actores conquistó al público con coreografías espectaculares, sorprendiendo con la agilidad de unos, la buena voz de otros y la destreza para el baile del conjunto. Fue así que el respetable disfrutó escenas de musicales emblemáticos, como de Evita, Chicago, Vaselina, Mary Poppins, Vaselina y Los Miserables. La Compañía se oyó fantástica cuando interpretó Rapsodia Bohemia, de Queen, pero que los fans de este grupo relacional con el legendario Freddy Mercury.
A diferencia del año anterior, cuando la Compañía Mago de Corona presentó La Bella y la Bestia, esta ocasión no se hizo con escenografía corpórea de gran envergadura, sino que se ayudó, sobre todo, con diseños de iluminación. Lo más que se vio fueron tapancos de respetable altura al fondo del escenario, desde donde interpretaban las canciones del repertorio los músicos Hilario Recio, Jorge Sánchez Bustamante, Jairo García y Gerardo Pérez Limón.
En cuanto aquello de que el grupo de chavales careció de directriz profesional, el asunto tuvo que ver, más bien, con la trama del espectáculo, pues en realidad la “Clase de las 7” se vio favorecida no sólo con la dirección de Carolina Vega, sino además con sus dotes de escritora, pues es de su autoría el guion del show; y fue de su destreza que sacó lo mejor de las virtudes artísticas de los miembros de la Compañía, para llevar a buen fin este estreno que se dio como parte de la cartelera del XXII Festival Internacional Universitario de la Cultura.
Referente a las agilidades dancísticas, tanto en coreografías de conjunto, como individuales y de parejas, el mérito es de Alexia Ramos, Ruth y Samantha Aragón. Incluso de frente a los problemas técnicos de audio que se vivieron en la función, pudo sentirse la dirección musical a cargo de Jorge Sánchez. Y muy bien resueltas las necesidades de vestuario, bajo la responsabilidad de Askur Santana, mientras que las botargas que se vieron son producto de la creatividad de Cristina Avendaño. Quien tuvo que resolver con ingenio de iluminación, fue Iván Helu.
Producción de La UAS y con la colaboración de Jorge Luis Hurtado en la línea de utilería y detalles escenográficos, “Clase de los 7. Destino Broadway” resultó un feliz estreno, en medio de gritos entusiasmados que se oyeron desde el público que el sábado anterior se dio cita en el Teatro de la Torre Académica, celebrando a la vez el 144 aniversario de la fundación de la UAS.
