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Racismo y clasismo, problemas vigentes en México, denuncian activistas

El racismo y el clasismo se mantienen como discriminación abierta en México, principalmente contra los indígenas y en general contra toda persona de color moreno, lo cual deviene desde la época de La Colonia.
Ello lo señalaron activistas en contra de la discriminación y colectivos que trabajan a favor de comunidades indígenas, al participar en el panel virtual “Racismo y Clasismo, Formas de Discriminación en México”, que organizó el Congreso del Estado de Sinaloa a través del Instituto de Investigaciones Parlamentarias.
Edith Matías, coordinadora del Centro Profesional Indígena, Asesoría Defensa y Traducción que opera en Oaxaca, explicó que este organismo nació precisamente por la discriminación de que son objeto los indígenas por no hablar español.
El racismo, dijo, no es un tema nuevo, pero sí ha retomado relevancia por el trabajo de muchas personas.
“Racismo –explicó– es una estructura que va jerarquizando a las personas por su color de piel, que vale más que otras, y se da mayor valor a las personas blancas. En el sistema patriarcal, los hombres son los de mayor valor, los heterosexuales. Y sólo los adultos pueden tener opiniones”.
Comentó que el colectivo que representa ha centrado sus esfuerzos en la aplicación de la justicia penal, ya que es donde más se margina a los indígenas oaxaqueños.
Usualmente, dijo, se incurre en dilaciones y gastos innecesarios, los jueces observan a los indígenas como ignorantes.
Otra de las panelistas, Gaby León, quien forma parte del mismo colectivo y trabaja como intérprete de los indígenas, expuso que muchas veces en las audiencias no se toman en consideración las opiniones de los intérpretes, se retrasan las audiencias y de ello se culpa a los intérpretes.
Las autoridades, acusó, les critican por recibir un pago y viáticos como intérpretes y hasta les pagan con un retraso de tres meses después de realizadas las audiencias.
Hortensia López, directora del Colectivo Tarahumara-Sinaloense, expuso que está trabajando de cerca con los Tarámaris, grupo indígena integrado por cerca de dos mil miembros que habitan en la zona montañosa del norte del estado.
Este grupo, dijo, tiene una lengua propia, danzas propias y cosmovisión propia.
Sin embargo, lamentó que por el abandono de que son objeto por parte de las autoridades, hasta carecen nombre, no tienen acceso a los servicios de salud y educación y ni siquiera hay caminos para llegar a sus pequeñas comunidades.
Están abandonados por todas las instituciones del estado. Hay pocas escuelas y de baja calidad por falta de maestros, y si se les asigna no son propiamente maestros titulados.
Como ejemplo de la discriminación de que es objeto esta comunidad, citó el caso de la construcción de una escuela en el pueblo “La Cañada Verde”, donde sólo hay dos niños mestizos, y más de una decena de niños Tarámaris tienen que caminar hasta dos horas, desde la comunidad de Las Lajitas para recibir educación y otras dos horas para regresar.
Agregó que no hay dispensarios médicos, y aunque reconoció que se inauguró uno hace poco, en realidad ya no funciona.
La única instancia que se ha preocupado por esta comunidad, dijo, ha sido el Congreso del Estado de Sinaloa, pues la actual legislatura les etiquetó dos millones de pesos.
Tecnoch Huerta Mejía, actor, periodista y activista, aseguró que en México el racismo persiste desde la época de La Colonia.
“Racismo y clasismo –aseguro– son la misma cosa y son prácticas muy arraigadas en México, que es el segundo país con menos movilidad social en Latinoamérica”.
Como prueba de ese racismo y clasismo, observó que a pesar de que entre el 70 y el 80 por ciento de los mexicanos son morenos, ese porcentaje no se ve en las actividades profesionales ni en la integración de la Cámara Federal de Diputados.
En Estados Unidos, observó, hay muchas décadas tocando el tema y mucho trabajo sobre el racismo, pero en México estamos en pañales, tanto que hay gente que dice que no existe el racismo.
La diputada Graciela Domínguez Nava, presidenta de la Junta de Coordinación Política, mencionó que la pobreza y la marginación social son elementos claves del clasismo y la discriminación.
“Seguramente los resultados de este panel permitirán no sólo conocerlos en mayor medida, sino también aproximarnos a las propuestas que en el ámbito de las responsabilidades legislativas, podamos analizar para contribuir en la construcción de una sociedad libre de todo prejuicio”.
La clausura del panel estuvo a cargo del Secretario General del Congreso del Estado, José Antonio Ríos Rojo, quien se pronunció por construir una agenda legislativa que tenga como centro a las comunidades indígenas.

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