Culiacán, Sin., 27 de noviembre del 2017.-“Hay un enorme vacío estadístico sobre el proceso de creación y desaparición de empresas, pues en general se desconoce cuántas ingresan y salen del mercado, y tampoco se dispone de evaluaciones acerca de los factores clave que influyen en el nacimiento y desarrollo temprano de los empresarios”, señaló Julio César Silvas Inzunza, presidente de la Alianza para el Desarrollo y Competitividad de las Empresas (ADECEM).
Ante ello, propuso que se empiece a hacer algo al respecto “porque el gobierno no genera empleos, somos los empresarios y en México y Sinaloa tenemos el reto en común de darle empleo a los miles de jóvenes y personas de la tercera edad”.
Aclaró que se reconoce que en México y Sinaloa, desde hace tiempo se realizan importantes esfuerzos por atender el espíritu empresarial de su población joven y en edad productiva.
Pero, observó, la visión que se tiene es la de sembrar y cultivar la inquietud emprendedora de los jóvenes para cosechar grandes empresarios. “Y nosotros lo vemos positivo. Es más, uno de nuestros ejes de trabajo como organización es incentivar todo eso”.
La cuestión es, dijo no dejar a medias a los empresarios que han luchado durante tantos años por mantenerse en la vía de la formalidad, como son las 90 mil 283 micro empresas que dan empleo a más de 300 mil familias sinaloenses.
“Son hombres y mujeres empresarios que no superan los 9 millones de pesos de ingresos anuales, que sobreviven y luchan contra muchos obstáculos para crecer y que gracias a ellos, a su dedicación y empeño, hoy día hacen posible que nuestro estado y país registre tasas de crecimiento positivas”
Además, resaltó que las micro empresas en Sinaloa pagan más que el promedio nacional, muy a pesar de que su productividad laboral está un 10.6 por ciento por abajo del promedio nacional, “lo cual nos pinta de cuerpo entero las necesidades que tienen y da razón a su exigencia muy válida de demandarle al Estado y federación que no recorten los presupuestos que ya se establecieron para su desarrollo y competitividad”.
Por el contrario, consideró, los montos se deben incrementar, pero a través de un presupuesto basado en resultados e indicadores de desempeño que den claridad al microempresario del actuar de los servidores públicos.
